Las palabras no representan cosas, son
metáforas que nos ayudan a vivir en el mundo. Los perros deberían ser mudos.
Método quiere decir “andar en el camino”, pero ese andar puede llevarse a cabo
de muchas maneras. No hay nada a lo que pueda llamarse método científico,
excepto quizás a la elaboración del mole. Cuando Quine dijo que con la ciencia
ya teníamos suficiente filosofía estaba siendo arrogante. La ciencia es una
rama de la filosofía y la filosofía es un género literario con ciertas
pretensiones. Los hombres que tienen éxito en los negocios son malos amantes.
Conocimiento e imaginación son la misma cosa. La reencarnación y el eterno
retorno son relatos más interesantes que el paraíso, la nada, el infierno o la
resurrección. Cuando las mujeres sonríen la historia detiene su marcha. El arte
es un magnífico cuento chino. Las ciencias naturales deprimen a las personas
más sensibles e inteligentes. Quienes no han leído libros de filosofía son como
viejos desdentados que causan horror. El lenguaje está en el mundo, pero no es
el mundo. Sólo los humanos beben cuando no tienen sed. Hay más palabras que
vinos. Todas las mujeres casadas son viudas y como tal debe tratárseles. Si te
regalan flores cómetelas. La literatura fantástica es como la animación en el
cine. El zoológico es la ONU del mundo animal. Debe exigirse un reconocimiento
mundial y ofrecer remuneración económica a quienes no tenemos hijos. La vida
echa a perder la muerte. Sin seres humanos no hay realidad ni dinosaurios. La
televisión es casi tan eficaz como la morfina. La belleza es privilegio de los
ciegos.
El hombre del mañana ya se fue. La inteligencia ha perdido espectadores.
La única cualidad extraordinaria de nuestra época es que los niños han dejado
de crecer. Por cada buen escritor que muere, diez deberían dejar de publicar,
hasta entonces Malthus descansará en paz. Las bailarinas deben abandonar el
escenario y hacer felices a los hombres en la intimidad. “La puta que elige traiciona
su condición” (E. Junger). El vegetariano radical, dice mi amigo Gustavo Ruiz,
no debe comer galletas de animalitos. Brindar con un sacerdote es
comprometedor. Los árbitros son santos antipáticos. Un ebrio no debe usar
tenis: los zapatos son los que lo atan al mundo. Dostoiewski está sentado en
todas las mesas de todas las casas del mundo. Una ramera es una experta en
herbolaria. El humanismo es el fundamento y finalidad del pragmatismo. La
equivocación es la primera de todas las artes. Si te dicen el “pelavacas” no
tengas hijos. Sólo debe uno irse a dormir cuando no se tiene sueño. Freud
resulta innecesario si se lee a Schopenhauer. La filosofía analítica ha sido el
pasatiempo más hedonista e insulso de la historia.
Diecisiete aforismos de Cioran valen uno de Nietzsche. Cualquier arte
que se base en imágenes es primitivo. “El romanticismo ha revelado ser el más
profundo y persistente de todos los cambios que haya experimentado jamás la
vida en Occidente.” (I. Berlin). “La imaginación es el principal instrumento
del bien.” (John Dewey). El Estadio Azteca debe ser derribado. “La metafísica
no es una disciplina, sino una especie de terreno de juego para las actividades
de orden intelectual.” (R. Rorty). Por las mañanas todo hombre es un proyecto
que fracasará durante el día. “La democracia no es ni una forma de gobierno ni
una oportunidad social, sino una metafísica de las relaciones sociales del
hombre y de su experiencia en la naturaleza.” (John Dewey). Los votos son
lágrimas que se pierden. La verdadera carrera por el espacio está en los
departamentos de interés social. Nadie sabe dónde se encontraba exactamente la
ciudad de Troya, pero todos sabemos dónde anda Helena.
Columna: TERLENKA. EL UNIVERSAL, 31
de marzo de 2014.